Pues si, una vez terminado el año, luego de decidir suspender la entrega hasta Febrero comenzó la tarea de ponerle fin al final. Hubieramos querido entregar en el mes de la navidad, hubieramos querido cerrar este cuento ahí, no tener que estirar la agonía hasta carnaval, pero no pudimos, no nos dio la fuerza ni las ganas, no nos dio el espiritu comunitario para seguir viéndonos las payasescas caras de maquillaje ya derretido. El ejército de la buena onda se cansó de los arrestos y se tomó libre, apenas por un rato.
Entonces a partir de enero, desde la primer semana, todas las semanas y con asistencia aleatoria conforme a las merecidas vacaciones de cada uno y cada cual, volvimos al ruedo para autoevaluarnos y preparar la entrega.
Hoy, 11 de febrero, a las 23:13 horas, con alguna reunión más por delante antes del 17, sentimos que llegamos, solo falta el último envión y todo este esfuerzo por fin valdrá 90 horas.